El cardenal Jorge Bergoglio volvió a salir con fuerza a denunciar los estragos de la pobreza. Y lanzó que los derechos humanos "se violan no sólo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades".
Fue en un seminario de políticas públicas organizado por la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina (EPOCA), la Universidad del Salvador (USAL) y la Universidad Carlos III de Madrid. Allí, según informó la agencia AICA, Bergoglio reclamó "una respuesta ética, cultural y solidaria", para saldar la deuda social que son "millones de argentinas y argentinos, la mayoría niños y jóvenes". "Esto nos obliga a trabajar para cambiar las causas estructurales y las actitudes personales o corporativas que generan esta situación; y a través del diálogo lograr los acuerdos que nos permitan transformar esta realidad dolorosa a la que nos referimos al hablar de la deuda social", subrayó el arzobispo.
Tras insistir en que "la deuda social exige la realización de la justicia social", consideró que ambas deben interpelar a "todos los actores sociales, en particular al Estado, a la dirigencia política, al capital financiero, los empresarios, agropecuarios e industriales, sindicatos, las Iglesia y demás organizaciones sociales". El primado argentino también reflexionó: "Hay aproximadamente 150 mil millones de dólares de argentinos en el exterior, sin contar los que están en el país fuera del circuito financiero, y que además los medios de comunicación nos informan que se van del país aproximadamente dos mil millones de dólares más por mes". "¿Qué podemos hacer para que estos recursos sean puestos al servicio del país en orden a saldar la deuda social y generar las condiciones para un desarrollo integral para todos?", interpeló.
Asimismo, calificó la deuda social como "inmoral, injusta e ilegítima" y sostuvo, citando un documento de los obispos argentinos, que "su mayor inmoralidad, reside en el hecho de que ello ocurre en una nación que tiene condiciones objetivas para evitar o corregir tales daños, pero que lamentablemente pareciera optar por agravar aún más las desigualdades" No es la primera vez que la Iglesia toma el tema de la pobreza y apunta, más o menos elípticamente, contra el Gobierno.
La semana pasada, el eje de la polémica fue la difusión de números del INDEC que mostraban una baja en los indicadores de pobreza e indigencia. "Es escandaloso, o al menos irritante, que se diga que la pobreza disminuyó en el país, cuando la constatación a diario demuestra todo lo contrario", fue la respuesta de la Iglesia, en boca del obispo Fernando Maletti, de la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas.
Fuente: Clarin