sábado, 29 de mayo de 2010


¡Qué hermosa fiesta que hemos podido compartir alo largo y alo ancho de toda Argentina!

Una fiesta donde el pueblo se hizo presente y juntos gritamos que la Patria viva.

Una fiesta donde nos emocionamos cantando el himno y miramos nuestra bandera con amor.
Ningún gobernante puede pensar que el pueblo estuvo en la calle porque el gobernaba.

Pero si todos los gobernantes deberían alegrarse de ver un pueblo vivo, si vivo, y con sentimientos de hermandad y orgullo de sentirse Argentinos.

Ese pueblo que lloró con el himno, también llora cuando ve que su Patria y sus derechos son ultrajados y burlados.
Ese pueblo feliz por ser Argentino, es el mismo pueblo que muchas veces tiene que juntar alimentos porque el Estado no llega a los pobres.

Ese pueblo que taponó las calles para festejar es el que, lamentablemente, debe cortar las rutas para que los escuchen.

Ese pueblo que salió a la calle a festejar, no hace mucho salió a la calle a reclamar por lo que era de él, y se lo habían robado.
Ese pueblo esta vivo.

Viva la Patria.

Viva la democracia.
Dios nos bendiga.

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