ROMA, 25 Sep. 10 / 10:41 am (ACI)
El Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Mons. Angelo Amato, presidió esta mañana la Misa de beatificación de la joven italiana Chiara "Luce" Badano que falleciera a los 18 años y que con su testimonio de profundo amor y caridad en medio del dolor de su enfermedad "nos invita a reencontrar la frescura y en el entusiasmo de la fe".
Según informa L’Osservatore Romano, así lo indicó esta mañana el Arzobispo ante miles de fieles reunidos en el Santuario romano del Divino Amor: "la Beata Chiara Badano es una misionera de Jesús, una apóstol del Evangelio como buena noticia para un mundo rico en bienestar, pero con frecuencia enfermo de tristeza y de infelicidad", dijo.
Al elevar a los altares a esta joven, primera miembro del movimiento de los Focolares inscrita en el libro de los beatos, que vivió entre 1971 y 1990, el Prelado vaticano invitó a todos "a reencontrar el entusiasmo de la fe a todos, a los jóvenes especialmente, pero también a los adultos, a los consagrados, a los sacerdotes".
"A todos se ha dado la gracia suficiente para ser santos. Respondamos con alegría a esta invitación de santidad y agradezcamos a Benedicto XVI por el don de la beatificación de nuestra Chiara Luce", como la llamaba la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich.
"Se trata –prosiguió– de un signo concreto de la confianza y la estima que el Papa tiene por los jóvenes, en quienes ve el rostro joven y santo de la Iglesia".
Tras resaltar el amor que Chiara Badano tuvo por la espiritualidad de los Focolares, el Arzobispo resaltó el valeroso y confiado testimonio de la joven ante el cáncer a los huesos que finalmente la llevó de regreso a la Casa del Padre. "Afectada a los 16 años por el osteosarcoma, acepta la cruz con dolor, pero con serena fortaleza: ‘No tengo piernas y me gustaba tanto pasear en bicicleta, pero el Señor me ha dado alas’. Sufría, pero el alma cantaba. Rechaza la morfina porque, ‘me quita lucidez y puedo ofrecerle a Jesús mi dolor’".
En los meses finales de 1989, Chiara Lubich le da su nuevo nombre "Luce" (luz) que es "un nombre acertadísimo porque Chiara era una explosión de luz divina, que sorprendía a todos, jóvenes y adultos" con sus obras de caridad como dar de comer a ancianos, o a aquella señora que nunca fue a la Iglesia y que al saber de su muerte corrió a una; o la entrega de todo su dinero a un voluntario que debía excavar 30 pozos de agua en Benin a quien le dijo hablando de Jesús: "a mí no me sirven, yo tengo todo".
Uno de sus últimos dones, explicó Mons. Amato, fue el de sus córneas a dos jóvenes que ahora ven gracias a ella. "Esta muchacha, de apariencia frágil, era en realidad una mujer fuerte" que hablaba de su "vestido de bodas" para su funeral: "no lloro porque soy feliz", decía.
Una nota de prensa de los Focolares en el Uruguay, en esta beatificación han participado unos 10 mil jóvenes provenientes de todo el mundo. Asimismo recoge el testimonio de algunos miembros de este movimiento, como el de Ramon, de Brasil, quien comenta que "Chiara Luce me demostró que vale la pena dar la vida por algo grande, por la fraternidad universal".
Por su parte, Paolo, un italiano, señala que "la sociedad nos lleva a distanciarnos de todo lo que es sufrimento, Chiara Luce nos enseña a abrazar las dificultades y a transformarlas en amor al prójimo", mientras que Tatenda de África del Sur dice que "lo que atrae en ella es el triunfo de la vida y de la alegría. Nos dejó una senda para seguir".
La nota también indica que el día de hoy se realiza una fiesta para los jóvenes en el Aula Pablo VI del Vaticano en donde habrá teatro, música y testimonios.
El domingo 26 se celebrará, en la Basílica de San Pablo de Extramuros, una Misa de acción de gracias en la que se enlazará el Papa con un mensaje desde la Plaza de San Pedro.
La fiesta en la Iglesia para recordar a la nueva beata, Chiara "Luce" Badano, ha sido fijada para el 29 de octubre.
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